En medio de los constantes
mensajes que recibo y desde hace varios años me he planteado la
pregunta porque pareciera que soy un hombre que ha recorrido un camino en esta
vida física que veo, toco, conozco a través de mis sentidos y que recorro
conjuntamente con otros, mis familiares, amigos, compañeros y millones que
están allí y que es posible que un día sólo a algunos más conoceré. En medio de
las disimiles actividades que realizo tengo roles igualmente diversos, conmigo
mismo, como hijo ya que mi padre aún vive, como hermano, el de esposo y compañero
para con mi esposa, el de amigo, el papel dentro de mi trabajo con el que tengo
tantas actividades y al que dedico en proporción un gran tiempo y bueno el de
miembro de una sociedad en la que vivo y comparto con otros, todos esos papeles
me otorgan por uso y costumbre títulos que pareciera definen en cierta medida
lo que soy y pareciera entonces que lo que soy está en las manos de quienes son
mis relacionados y lo que internamente he elaborado en esos papeles a través de
mis años de vida.
También y por costumbre aprendí
desde pequeño que había otro componente de mi vida relacionado con el más allá,
mi relación y papel con Dios, en ello mi madre jugó un papel vital por su
expresa y profunda convicción religiosa por lo que procuró con amor y perseverancia inculcar
en mí, pero además mi formación académica y profesional me llevaron por la
misma senda y entre más pasaba el tiempo más inquietante se hacía la pregunta
porque muchas convicciones y paradigmas no terminaba por entender a la luz de
lo que significaba SER YO, por los diferentes papeles que aún juego, por los
títulos que ello me otorga, por el significado que tiene en mi medio las
relaciones, las posesiones y mis roles, terminé por realmente hacerme la
pregunta y buscar la manera de encontrar la respuesta que llenara mis
expectativas y sensaciones.
Ahora mismo continúo en definir ¿Quién
soy yo? Y he empezado por reconocer que soy un Ser espiritual que de paso por
este mundo físico construyo con mis pares un recorrido del cual soy su
constructor y aún tengo mucho por aprender, he descubierto a Dios y deseo
continuar en la búsqueda de la respuesta no como definición sino como parte de
mi convicción.
Namasté,
Gabriel Orozco Gutiérrez, Santo Domingo
Abril 26 de 2012