miércoles, 9 de abril de 2014

Aprender del Pasado para tener Sabiduría en el Futuro


¿Aprendo del pasado? O pareciera que no.
¿Qué me bloquea a aprender?
1) Espero que los demás cambien porque creo que los demás son el problema.
2) Frecuentemente y a pesar de sentir dolor y molestia, persisto en seguir en una situación porque tengo la idea que esto es lo que debo hacer. Es útil reconocer que tengo la opción de responder o actuar diferente.
Para poder aprender de situaciones debo considerar que los factores externos son un reflejo de mis factores internos. Mis factores internos invitan las situaciones externas. Entonces si hay algo en lo externo que es desagradable, esto es un mensaje para revisar y cambiar mis factores internos.
Si coloco mi mano sobre el fuego, ¿qué pasará? Habrá dolor. Cuál es la razón detrás del dolor. Es para avisarme, para protegerme, para decirme cuidado, hay peligro. El dolor me dice: quita tu mano del fuego, cambia tu posición. Pero también puedo elegir reaccionar diferente, podría mantener la mano sobre el fuego y más bien comprar medicamentos para el dolor, utilizar cremas anti-inflamatorias. Pero no quitar la mano del fuego, no cambiar mi posición.
De la misma manera puedo actuar de tal forma que siento dolor o sufrimiento y persisto en mantenerme en ese círculo y me parece que es normal, que así debo ser y busco la forma de justificar mi dolor.
Cuando experimento dolor no es porque yo sea una persona mala, es que estoy haciendo algo que no está alineado con las leyes de la naturaleza y de la vida. No estoy entendiendo algo, por eso experimento dolor. Y cuando tengo dolor, terminaré produciendo dolor a otros.
A pesar de estar en situaciones dolorosas no me retiro de la causa, persisto y busco soluciones temporales, externas, esto no me permite aprender del pasado y no me permite ver una perspectiva más amplia.
Es útil por eso entender que soy un viajero, que disfruta de todo lo que está sucediendo porque ellas sólo buscan entretenerme, enriquecerme, esta actitud permite mantenerme sin crear dependencias. Si soy viajero y en vez de disfrutar me empeño en buscar situaciones no propias del lugar, por ejemplo, si estoy en Nueva York y quisiera estar en una playa alejada del ruido, me sentiré frustrado, sucede porque pierdo mi perspectiva que soy un viajero y en un viaje hay experiencias diferentes. Y cada sitio tiene su especialidad distinta.
Esta libertad interna y emocional de viajero es lo que me permite aprender lecciones y disfrutar, y lo que debo aprender es cuáles son los cambios que debo hacer internamente, como por ejemplo cambiar de perspectiva. ¿Qué pasa si ahora me veo desde una nueva perspectiva? Que yo, el ser, soy un viajero, que viene aquí de viaje por unos años. Esto permite que uno no cree expectativas y dependencias. Todo es pasajero.
Creando deseos limitados, expectativas y dependencias me expongo a la posibilidad de experimentar malestar. Una actitud acerca de la vida de huésped o viajero me mantiene emocionalmente libre y sabio eso me permite vivir todas las situaciones con sensatez, alegría, curiosidad y entusiasmo. Y así siempre puedo aprender algo.
Otra actitud útil es la de ser administrador, no propietario, he aprendido a poseer y trato las situaciones, cosas y personas con esta perspectiva y por lo tanto esta actitud de poseer no me permite disfrutar. La actitud de propietario me hace sufrir, porque puedo perder, sentirme vacío, además cuando las personas están conmigo no puedo disfrutar porque se pueden ir, pueden cambiar, puedo sufrir por el temor a la pérdida o por la pérdida.
También una actitud de ser observador es útil para mí, porque yo el alma puedo ver todo lo que sucede como una obra de teatro, todo lo que está sucediendo estaba ya escrito, había un libreto y todo lo que suceda está bien y puedo disfrutarlo.
Todas estas actitudes me permiten disfrutar de la vida y no apegarme a nada. Las situaciones me traen lecciones que pueden sanar mi esquema mental. Si tengo incomodidad o insatisfacción, no estoy viendo la vida desde esta perspectiva espiritual que me permite transformarme. Si aprendo de las situaciones tendré un futuro mejor.

La práctica de ser un viajero, un administrador o un observador es sencilla y si lo hago tendré una vida diferente y feliz.

viernes, 4 de abril de 2014

ENCONTRANDO TU PAREJA DIVINA.

Lograr un balance entre nuestro componente femenino y masculino; cuando interiorizamos nuestras cualidades masculinas, como por ejemplo, la determinación, la valentía, la integridad y el servicio y se compensen adecuadamente con las femeninas, la paciencia, la tolerancia, la compasión y la humildad, habremos encontrado nuestra pareja interior perfecta.

Cuando reconozco que esa pareja amorosa, pacífica, sin condiciones, que todo lo acepta, libre de reclamos, tolerante, sin dolor y que nos evoca la perfección deseada, no es más que la mejor compañía, la de Dios que está allí siempre dispuesto a ser mi amado.

Si tenemos la certeza de lo anterior, si reconocemos el potencial interno que tenemos de ser perfectos, Ángeles en potencia, tendremos como resultado final que después de encontrarnos a nosotros mismos, de vivir nuestra experiencia divina con Dios, podremos restaurar todas y cada una de nuestras relaciones humanas, en nuestro hogar, en el trabajo, las amistades, todas ellas que hoy están divididas, rotas, atrapadas y desafortunadas.